Las imprudencias se pagan... cada vez más", rezaba una polémica campaña de la DGT de los año 90. Y los excesos en la piel, también. Por eso, aunque podamos creer que el maratón de las navidades recién acabadas se ha saldado con algún kilo de más, lo cierto es que es más que probable que a esos kilillos se sumen algunas arrugas, ojeras y sí, más flacidez.
¿Cómo es esto posible? Lo aclara la doctora Rosa Taberner, dermatóloga de la AEDV, quien apunta que "la dieta de las personas influye en el estado de la piel -tengamos o no enfermedades-". Dieta que, seamos honestos, poco se sigue entre cochinillos, roscos de vino y demás delicias navideñas.
Y eso por no hablar de las horas de fiesta, que se concentran más que en ningún otro momento del año, con sus consiguientes copas, cigarros y sí, poquito dormir. Todo ello constituye un cóctel Molotov para la piel que deja huella en forma de envejecimiento prematuro, más a largo que a corto plazo, pero vaya si la deja.
Las copas navideñas de más y sus huellas en la piel
El consumo de alcohol juega un papel muy importante en el estado de nuestra piel. "Genera radicales libres (es decir, oxidación) que son tóxicos para las células y hacen que el colágeno se degrade antes, lo que favorece la aparición de arrugas y flacidez", explica la doctora Natalia Jiménez (del Grupo Pedro Jaén).
La experta dermatóloga cita un estudio realizado en gemelos, donde el consumo excesivo de alcohol en uno de ellos le hacía parecer mayor frente al gemelo que no tenía ese consumo.
"La piel es el órgano donde el consumo de alcohol se hace más evidente. Podemos observar la presencia de enrojecimiento facial, arañas vasculares (vasos sanguíneos dilatados), deshidratación y pérdida de luminosidad", resume Jiménez los efectos del alcohol a nivel cutáneo.
Una copa de vino o cerveza, o un gin-tonic esporádico, no tienen los mismos efectos sobre la piel, ni sobre todo el organismo, que un festival alcohólico, claro, pero la cosa es que los expertos consultados, médicos y esteticistas, coinciden en que incluso una copita de vino podría dejar signos acusatorios en el rostro, aunque sean transitorios (como lo es el dolor de cabeza...), mientras que si se bebe en mayor cantidad, estos se cronifican.
Si consumimos una bebida alcohólica diaria aproximadamente, "el nivel de oxígeno en sangre disminuye de tal manera que se acentúan las arrugas, las patas de gallo, el rictus...", comenta la esteticista Carmen Navarro (con centros en varias ciudades de España).
Y sí, la cara-cartón, o papiro, seca, gris, apagada, y los ojos hundidos en profundas ojeras, no son sólo culpa de la falta de sueño de la resaca navideña, sino que se deben al alcohol también, que es un "ladrón de agua", como señala con el dedo Carmen Navarro.
Como guinda, y tal y como enfatiza la esteticista Marta García (Oviedo), "el alcohol tiene la mala costumbre de enrojecer los ojos, potenciar bolsas y ojeras y la maldita glicación -es como si el alcohol se caramelizara o cristalizara, produciendo un declive de colágeno y elastina y una cascada brusca de envejecimiento-".
Los mejores aliados contra los efectos del alcohol en la piel
"Para metabolizar el alcohol necesitamos altas cantidades de agua que el organismo también busca en nuestra piel, por no hablar de su efecto diurético, que ralentiza la capacidad de rehidratación", aclara Navarro.
Asimismo, es posible aumentar la hidratación de la piel con la ingesta de verduras y frutas, especialmente aquellas que tienen un alto contenido en licopenos y betacarotenos, como los tomates o las zanahorias, y frutos rojos, tal y como apunta la doctora Cristina Villegas, jefa de dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
Para terminar con el kit antiedad frente a la resaca navideña, nada como incluir, si aún no lo habíamos hecho, un cosmético -mejor en sérum, como recomienda Marta García- con vitaminas antioxidantes, como la C o la E.
De cigarritos, arrugas y piel envejecida...
Tanto si se es fumador habitual -las fiestas constantes son un caldo de cultivo para aumentar el número de cigarrillos-, como si se es sólo social -¿cuándo socializamos más que navidades?-, como si no se es -"la piel está expuesta a los efectos tóxicos también de manera directa por el contacto del humo ambiental", señala la doctora Villegas-, el tabaco puede amargarnos la piel en la post-party navideña.
"El tabaco y la piel son enemigos íntimos ya que este reduce la elasticidad natural de la piel, provoca el envejecimiento prematuro y puede empeorar las enfermedades dermatológicas", resumen desde la AEDV. Las más de 3.800 micropartículas que se inhalan y desprenden de los cigarrillos de las que 60 está demostrado que son cancerígenas, atraviesan como pequeños misiles los poros, generando desde puntos negros hasta sequedad, acartonamiento y arrugas... "Las pieles fumadoras pueden envejecer prematuramente entre 10 y 20 años; el efecto antiestrogénico del tabaco acelera la menopausia en el tejido cutáneo; las micropartículas del humo desatan la acción de los radicales libres y hacen que los fumadores tengan un 4,7 veces más de posibilidades de tener arrugas", prosigue la esteticista Marta García.
... Y cómo contrarrestar los efectos del tabaco
Todos los expertos coinciden que no hay mejor manera de luchar contra el envejecimiento prematuro de la piel por el tabaco que... dejar de fumar.
Tampoco está de más tirar de antioxidantes, "que ayudan a neutralizar los efectos negativos de los radicales libres sobre la piel", recomienda doctor Agustín Viera, dermatólogo de la AEDV. Ahí, al igual que 'contra el alcohol en piel', funcionan los cosméticos con "antioxidantes de eficacia tópica demostrada como los ya mencionados, vitaminas C y E".
No sólo de cosmética se 'antioxida' la piel: "multitud de frutas, verduras y otros alimentos contienen antioxidantes. Además, en caso de que sea necesario, se pueden tomar, temporalmente y bajo prescripción dermatológica suplementos de vitaminas y minerales como vitamina C, E y betacaroteno", concluye Viera.
Los efecto de trasnochar en navidades (y siempre) y los remedios cosméticos
Que si las obligadas cenas -largas- de Nochebuena y Nochevieja; que si las fiestas de empresa; que si los bailes con amigos... por no olvidar la noche de Reyes, en la que muchos también salen... En las fiestas navideñas se duerme más bien poco, la verdad, y la cara lo padece...
Porque, como explica la doctora Cristina Villegas, "durante el sueño, el organismo sintetiza muchas sustancias, como el colágeno y la elastina, que contribuyen a la regeneración cutánea necesaria para mantener la piel en buen estado, firme y sin arrugas, además de eliminar las toxinas acumuladas durante el día". Por ello, aunque hay momentos en los que resulta más complicado, lo ideal es dormir entre siete y ocho horas diarias para tener un descanso reparador. Sin duda la falta de horas de sueño puede provocar un avance rápido en el proceso de envejecimiento de la piel, acentuando "las líneas de expresión, las manchas y las rojeces, además de las bolsas y ojeras", insiste Marta García.
Además de dormir más y mejor, la esteticista recomienda como tratamiento de choque para borrar la fatiga y contrarrestar la falta de sueño en la piel un chute extra de el ácido hialurónico más potente que existe y cócteles de vitaminas C , E y F y A (retinol), que usados en sinergia como cura de choque, transforman y despierta la frescura todas las pieles, por poco que hayan dormido.
¿Atracones navideños=envejecimiento? Causas y soluciones
Turrones, mazapanes, polvorones, roscones, panettones... La lista de dulces típicos de las navidades es infinita, no tanto sus bondades. "Una alimentación rica en alimentos calóricos como estos incrementa la secreción grasa y empeora las pieles con tendencia acneica, además de contribuir al envejecimiento de la misma. Para ello, es necesario intentar contrarrestar con alimentos con compuestos antioxidantes, vitaminas C, E, o minerales que encontramos en frutas, verduras, legumbres, carnes magras, frutos secos, estos últimos ricos en ácidos grasos esenciales", explica la doctora Cristina Villegas.
Los azúcares, además, deterioran el colágeno debido al proceso de glicación que desencadena en todo el organismo, y que acelera su envejecimiento, como añade Marta García.
Y eso por no hablar de los atracones de salados y grasas trans -el resultado de la hidrogenación de otras grasas (como los fritos)-, "cuyos efectos en la piel se traducen en una falta de oxígeno y en la merma en la producción de colágeno y elastina, o lo que es lo mismo: una piel más débil, menos elástica y más flácida", continúa la esteticista.
Por eso, según García, no está de más suplementar la dieta cosmética con activos antiglicadores para evitar que los villanos que se ocultan en los manjares navideños se apoderen de las proteínas del colágeno y perjudiquen de paso a la elastina.
Rutinas cosméticas y activos para recuperar la juventud de piel después las navidades
Frente a todos los excesos navideños que han podido provocarnos arrugas, flacidez y ojeras, lo primero que hay que hacer es volver a las rutinas de limpieza habituales que, tal y como observa la doctora Villegas, hemos podido descuidar (y teniendo en cuenta que durante las celebraciones navideñas se tiende a usar más el maquillaje y la piel está expuesta a más toxinas como puede ser el humo del tabaco...). "Es prioritario usar un limpiador antes de aplicar la crema hidratante tanto por la mañana como antes de acostarse", recuerda.
Además, "tras un período de excesos, la piel se beneficiará de la renovación, por eso la aplicación de cosméticos con productos queratolíticos a base de ácido retinoico o hidroxiácidos, o la aplicación de peelings superficiales o medios realizados por dermatólogos ayudarán a mejorar la salud cutánea", añade el doctor Leandro Martínez, dermatólogo de la AEDV..
Y, como resumen final, con el fin de frenar la acción de los radicales libres que envejecen la piel y cuya 'labor' ha acelerado con el exceso de alcohol y tabaco, conviene aplicar antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E, el ácido ferúlico, la niacinamida o la melatonina. Nos recuerda la farmacéutica Rocío Escalante que "los antioxidantes previenen el envejecimiento prematuro de la piel, impiden la producción de radicales libres y evitan su daño, y poseen acción antiinflamatoria, incrementan la síntesis del colágeno y en el caso de la vitamina C es despigmentante".