El Gobierno francés rindió homenaje al reputado diseñador de origen israelí Alber Elbaz, fallecido este domingo en París a los 59 años, y del que destacó su “inteligencia, humor e increíble creatividad que transformaron el mundo de la moda”. En un comunicado, la ministra de Cultura de Francia, Roselyne Bachelot, destacó asimismo “la visión inconformista e innovadora” del legendario director creativo de Lanvin y aseveró que el mundo de la moda le “echará mucho de menos”.
Según la prensa francesa, la repentina muerte del modisto fue consecuencia del coronavirus que arrastraba desde hace varias semanas. Caballero de la Legión de Honor en 2007, una de las más altas distinciones que otorga el Estado francés, Elbaz se destacó por sus diseños sencillos y por haber vestido a Meryl Streep, Nicole Kidman, Kate Moss, Chloe Sevigny, Sofia Coppola y Natalie Portman, entre otras.
El grupo de lujo Richemont, con el que Elbaz colaboraba por el lanzamiento de firma AZ Factory en enero de 2021, confirmó a primera hora de la tarde el fallecimiento, aunque sin explicar las causas. “Es con conmoción y mucha tristeza que nos enteramos de la repentina muerte de Alber (...) Era un hombre de muy cercano y muy talentoso”, dijo el presidente de Richemont, Johann Rupert.
La conocida crítica de moda estadounidense Suzy Menkes apuntó por su cuenta de Instagram al Covid.“Alber Elbaz, el modisto fino, tranquilo y minucioso que ha dado prioridad a las mujeres, nos ha dejado después de semanas de lucha contra el Covid”.
“Nos hiciste soñar, nos hiciste pensar, y ahora vuela. Amor, confianza y respeto, siempre”, escribió en Instagram la cuenta oficial de la marca AZ Factory. En ella había empezado a renovar los famosos minivestidos que le habían dado fama mundial en su paso por Lanvin, la “maison” parisina fundada en 1889 que él había de colocar en el podio de la moda entre 2001 y 2015, cuando salió de la firma en un sonado y polémico despido que los enfrentó ante la Justicia.
El golpe de la salida de Lanvin, resucitada gracias a su trabajo, fue duro para el israelí, que se mantuvo casi cinco años fuera de la industria, con la excepción de alguna colaboración puntual, como la firma de zapatos Tod’s en 2019.
Su regreso en enero fue anunciado a bombo y platillo y Elbaz, nacido en el seno de una familia judía en Casablanca (Marruecos) en 1961, pero criado en Tel Aviv, parecía dispuesto a empezar por todo lo alto esta nueva etapa.
// Murió por coronavirus el famoso diseñador Alber Elbaz
En un divertido vídeo de media hora, disponible en YouTube, el creador recreó un programa de televisión en el que iba presentando las que serían las grandes apuestas de su marca: unos minivestidos elásticos con la promesa de favorecer a todas las siluetas y unos zapatos a medio camino entre bailarinas y deportivas de lujo. La sastrería de seda, los estampados gráficos y el multicolor completaban una marca cuyo logo, un círculo redondo con dos puntos negros como ojos, buscaba hacerse un hueco en el saturado y competitivo mundo del lujo.
Que su repentina muerte se produzca un par de meses después de esa primera presentación hace aún más triste la pérdida para sus seguidores, que en los últimos años habían echado de menos el punto juguetón que ponía en la industria. “Desaparición trágica de Alber Elbaz, gran creador y artista intensamente apegado al saber hacer y a la innovación, de la que comprendía todo el alcance y necesidad. Tenía tanto talento y genialidad. Inmensa tristeza”, reaccionó en Twitter el presidente ejecutivo de la Federación de Alta Cotura y Moda, Pascal Morand.
En Lanvin, adonde llegó tras trabajar para Guy Laroche e Yves Saint-Laurent, sus vestidos se convirtieron en un imprescindible fondo de armario de celebridades como Natalie Portman, Meryl Streep (que recogió en 2012 el Oscar a mejor actriz en un vestido drapeado dorado suyo), Julianne Moore y Emma Stone, entre muchas otras.
Elbaz se movía con naturalidad en las redes sociales, especialmente en Instagram, que gestionaba él mismo y usaba para conectar con sus seguidores.
Este afán por renovarse continuamente estaba presente en Lanvin, con sus desfiles-cóctel en la Escuela Nacional de Bellas Artes, junto al río Sena, y en sus divertidos vídeos publicitarios, que se hacían virales. En uno de ellos aparecía bailando regetón y hip-hop con dos modelos al ritmo del cantante de origen cubano Pitbull.
Ahora, en AZ Factory, había apostado por la tecnología y la innovación textil, como el “AnatoKnit”, punto a base de viscosa y lycra diseñado para esculpir la silueta y facilitar el movimiento.
Durante este último año de pandemia, Elbaz, que tenía sobrepeso, había compartido su temor por el virus, aunque hasta para eso tenía gracia. “Tengo que adelgazar pero soy muy goloso y las discusiones en torno a la mesa me alegran el corazón”, dijo recientemente en una entrevista en Paris Match, donde contó que era hipocondriaco, que iba cada dos horas a la cocina a comprobar que no había perdido el gusto y que usaba dos mascarillas para no contagiarse.
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