Entrevista

“Cómo hagamos crecer las ciudades es uno de los retos más importantes de la humanidad”

  • 15 de junio de 2022

En menos de 30 años, el 85% de la población vivirá en ciudades. Este dato es la clave y el reto para el presente y el futuro del sector inmobiliario mundial, según Andrés Pan de Soraluce, CEO de la División Inmobiliaria de ACCIONA. Las empresas deben planificar, construir y reformar las viviendas no solo con materiales que no contaminen, también tienen que valorar el uso de elementos que sean resilientes y mitiguen así los efectos del cambio climático. De esta forma, no solo estaremos cuidando el planeta, también velaremos por el bienestar y la salud de las personas.

¿Qué tipos de vivienda se deben construir en las ciudades para crear entornos resilientes a los efectos del cambio climático?
Para conseguir una economía baja en carbono, debemos plantearnos desde la concepción de la vivienda hasta su construcción, su mantenimiento, incluso cómo vivimos en ellas e incluyendo el fin de su vida útil. Obviamente, el efecto climático tiene muchísima importancia y no solamente tenemos que buscar que sean resilientes al cambio climático, se puede y se deben mitigar sus efectos. Para ello, la eficiencia y la procedencia de la energía son clave.
Frente a la creciente superpoblación en ciudades, ¿qué modelos de vivienda vamos camino de encontrarnos?, ¿cuál es la tendencia?
En menos de 30 años, el 85% de la población vivirá en ciudades, cómo planifiquemos estas ciudades, cómo adaptemos estas ciudades, cómo reformemos estas ciudades y cómo hagamos crecer estas ciudades, es uno de los retos más importantes de la humanidad. El bienestar y la salud de los usuarios depende de los materiales que utilicemos en las viviendas. Si utilizamos materiales que no sean invasivos y que no sean contaminantes, generaremos además confort acústico, visual y térmico para los usuarios.
¿Es el momento de que el sector inmobiliario empiece a formar parte del diseño urbano integral de las grandes urbes para regenerar las ciudades, hacerlas más amables y habitables?
El sector inmobiliario tiene que tener un rol clave en este movimiento y tiene que ser el que se apoye en otros sectores que también son claves, como es el sector dotacional, el sector de servicios, el sector financiero o el sector público. Nuestro sector debe ser capaz de fomentar nuevas tendencias en el sentido más amplio de la palabra: tendencias sociales, tendencias económicas, tendencias culturales, tendencias de ocio… pero por encima de todo, tendencias medioambientales.
¿Cómo ha influido la pandemia, el confinamiento, en el modelo que demandan los ciudadanos? ¿Qué nos apunta en ese sentido el sector inmobiliario como termómetro social que es?
La pandemia no cabe duda de que ha tenido muchos efectos, ha servido para acelerar estos cambios estructurales que estaban o que iban a llegar. Y estos cambios afectan a cómo vivimos, trabajamos y compramos. Hemos valorado, en residencial, muchísimo lo que son terrazas, espacios exteriores, todo lo que nos ha permitido acceder al aire libre. En términos de trabajo, también ha cambiado radicalmente. Hemos aprendido a trabajar de una forma distinta, evolucionando a ir a las oficinas porque queremos y no tanto porque tenemos o debemos. En cuanto al comercio, la logística tiene cada vez una relevancia más estratégica.
Mirando a futuro, ¿el alquiler va a ser cada vez más una tendencia en auge, debido a la mentalidad y las circunstancias laborales de las nuevas generaciones?
Bueno, no creo que el alquiler sea una nueva tendencia. Yo diría que es una tendencia que en los últimos años se está incrementando muchísimo y que tiene potencial para seguir incrementándose. Esta tendencia es muy clara en España. Los últimos 15 años se ha doblado el porcentaje de personas en alquiler respecto a personas que compran, pero aun así, estamos todavía muy por detrás de Europa. La razón es justamente esa: es la fórmula más fácil para los jóvenes de acceder al mundo de la vivienda, no solamente por razones económicas, también por razones sociales.